Esta semana el alcalde de Caravaca de la Cruz, José Francisco García, junto a la concejal de Urbanismo, Mónica Sánchez, ha mantenido un encuentro con Alfonso de Zulueta, representante de los propietarios del inmueble conocido como la ‘Casa de San Juan de la Cruz’, para afrontar su rehabilitación.

El edificio se encuentra en la Plaza del Templete, ya que la tradición popular señala desde muy antiguo que allí habitó el místico carmelita en alguna de sus estancias en Caravaca, como lugar donde previamente se instaló el Convento de Frailes Carmelitas Descalzos en tanto se edificaba el definitivo.

La concejal de Urbanismo, Mónica Sánchez, ha recordado que “se trata de una edificación tradicional, de planta baja, primera y falsa -situada en un entorno Bien de Interés Cultural (BIC)- que se encuentra vallada por desprendimientos ocasionales en la vía pública, por lo que decidimos actuar y ya contamos con el apoyo e implicación de los propietarios».

Así, según lo establecido la Ley del Suelo y Rehabilitación Urbana, el derecho a la propiedad de los terrenos incluye la obligación de conservarlos en condiciones legales de seguridad, salubridad, accesibilidad y ornato público.

Según el alcalde, “desde la Concejalía de Urbanismo es una prioridad avanzar en el cuidado y revitalización del casco antiguo y por ello, desde el primer día se ha trabajado y se han dado importantes pasos con hechos y una actitud activa. Además del ‘Plan de Rehabilitación del Viviendas del Casco Histórico’ ya en marcha, se han notificado distintos requerimientos u órdenes de ejecución a inmuebles que se encuentran en mal estado de conservación, dentro de los que figura la Casa de San Juan de la Cruz, para la que hemos recibido la total predisposición de sus propietarios a actuar y a colaborar”.

García ha añadido que “estamos muy agradecidos con la visita y el resultado de las recientes reuniones, porque se trata de un asunto que afecta a nuestro patrimonio histórico y que está paralizado desde hace mucho tiempo, problema agravado en los últimos años con el avance del deterioro y el consiguiente vallado perimetral del inmueble».