
Que la hostelería ceheginera no solo es referente comarcal sino regional es algo que todos sabemos, incluso, la de sus pedanías como Valentín. Allí, a mitad de camino entre Cehegín y Calasparra, encontramos el bar-restaurante ‘Matavinos’, un negocio familiar regentado por Felipe que abrió sus puertas en diciembre de 1993.
Situado en el centro, frente a la plaza de la iglesia, ‘Matavinos’ comenzó como cafetería y bar de copas pero la experiencia en el mundo de la restauración llevó a Fernando a plantearse retomar la actividad de sus padres y a ofrecer a sus clientes tapas sencillas. Poco a poco, y aprovechando que el local contaba con cocina, fue introduciendo más variedad de platos hasta convertirse en el restaurante que hoy conocemos.
Ahora, ‘Matavinos’ ofrece almuerzos y menús tradicionales de lunes a viernes, excepto martes que es el día de descanso; también menú-degustación o elección a la carta de carnes y pescados durante toda la semana.
Su horario es de 7 a 5 de la tarde de lunes a jueves. Los viernes y sábados repiten horario de mañana y de tarde pero, también, sirven cenas. Y los domingos abren de 9.30 a 5 de la tarde.
Felipe es uno de los recién llegados a la Asociación de Comercio y Hostelería de Cehegín. Asegura que «es bueno para el gremio conocernos y cambiar impresiones, aprender de los aciertos y errores de los demás. También creo que funciona muy bien el tema de las campañas y las jornadas gastronómicas para darnos a conocer dentro y fuera de la comarca».
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