De triunfo en triunfo. Los novilleros cehegineros siguen en racha. Y ayer, especialmente, David Fernández que triunfó junto a sus compañeros de terna en el festejo celebrado en Mula con motivo de sus fiestas patronales. En concreto, obtuvo cuatro orejas, mientras el calasparreño Filiberto se quedó con sólo dos apéndices. Por su parte, Antonio Puerta, que hizo el paseillo en la localidad madrileña de Majadahonda, cortó una oreja.

David Fernández cautivó desde un primer momento a los aficionados que casi llenaron la plaza portátil instalada en la localidad muleña a base de buenas tandas ligadas. Las reses de la ganadería de Merenciano Ruperto ofrecieron buen juego y permitieron el lucimiento tanto del novillero ceheginero, como de Filiberto, aunque este último se tuvo que conformar en su primero con la ovación del público al quedarse sin los trofeos.

También gustó la labor del novillero sin caballos José Nicolás, que salió a hombros junto a sus compañeros tras dar muerte a los dos erales que toreó de Las Ramblas. En su primero se llevó dos orejas y tabo, y una oreja en el segundo.

Por otra parte, el también diestro ceheginero Antonio Puerta toreó ayer en tierras madrileñas, en concreto en la ciudad de Majadahonda. Lo hizo junto a la terna que completaban Luis Gerpe y Víctor Tallón. En esta ocasión, se tuvo que conformar con una oreja de su segundo en suerte, ya que del primero sólo obtuvo una ovación al final de la faena. Sus compañeros con dos orejas cada uno si salieron por la puerta grande.

En cualquier caso, tanto Puerta como David Fernández pueden estar muy satisfechos de la temporada realizada. El primero se llevó la Espiga de Oro en la Feria del Arroz de Calasparra, tras conseguir antes triunfos rotundos en Escalona (Toledo) y Cella (Teruel). Después llegó el éxito en la corrida mixta de las fiestas de Cehegín y en Valdetorres de Jarama (Madrid). En esta misma localidad, también salió por la puerta grande David Fernández en el segundo festejo. Anteriormente, lo hizo en El Álamo. Aunque lo más destacado fueron las dos orejas cortadas a una de las reses de la exigente novillada de José Escolar que lidió en Cadalso de los Vidrios.